La Casita

Subo las escaleras y me recibe un guiso,
gente amiga me espera
y falta poco para que empiece a sonar el parrijazz.
Los dibujantes afilan sus lápices esperando a Sol,
la chica que le ofrece su cuerpo al papel,
dejando caer la inspiración
para que cualquiera la levante.

Un poco de bacanal
para ocupar
esa sed curiosa
de querer estar
donde se la pasa bien,
y otro poco de lupanar
para hacernos acordar
de donde venimos
y a donde nos acostamos.

Salud a los cuatro vientos,
las noches de luna llena
tienen el corazón contento.

Alejandro Raymond